Está comprobada la idea de que aprendemos fundamentalmente interactuando con nuestro entorno y adaptándonos a él.
Del mismo modo, aprendemos a lo largo del tiempo, pensando en conocimientos que hemos adquirido antes en un contexto diferente (lo que se denomina conectar aprendizajes) y así creamos nuevas ideas, asumiendo conceptos nuevos en una suerte de ciclo personal o ecosistema de aprendizaje que va más allá de cualquier currículo o plan de estudios oficial.
Los estudios sobre el alcance de los aprendizajes fuera de la educación formal no son recientes en absoluto. Mucho antes de que habláramos de forma generalizada sobre Internet, innovación, globalización o redes sociales, ya se enunciaron reconocidas teorías basadas en concebir el aprendizaje como una continuidad a través de distintos tiempos y espacios. Algunos ejemplos de autores que se aventuraron en este campo son Illich o Paulo Freire, ya en 1968.
Más recientemente, en 2010, desde la Universidad de las Naciones Unidas, el docente Jan Philipp Schmidt alertaba sobre la crisis de los actuales modelos de enseñanza media y superior, debido a desajustes tales como:
- Desfase entre las habilidades enseñadas y las requeridas en el entorno laboral y tecnológico
- Incremento del precio de las matrículas universitarias
- Formación de corto alcance que no prepara adecuadamente para los desafíos del mañana
- Planes de formación rígidos y expuestos a quedar obsoletos a corto plazo.
Pese a la omnipresencia del aprendizaje informal (lo que se ha dado en denominar aprendizaje ubicuo, o posibilidad de aprender en cualquier situación) es un hecho que para nuestra vida cotidiana es fundamental contar con certificación o titulaciones que acrediten que hemos seguido una educación formal. Está claro que pocas personas quisieran ponerse en manos, por ejemplo, de un cirujano autodidacta. Pero también es cierto que en la vida diaria conocemos a personas que han desarrollado habilidades y aprendizajes adquiridos de manera no formal, como por ejemplo profesionales que acaban trabajando actividades que nada tienen que ver con las carreras que estudiaron en la universidad, y que han aprendido «por su cuenta»; y ello no los inhabilita como buenos profesionales.
Para entender el contexto de los diversos modelos de aprendizaje en que podemos movernos, vamos a definir:
¿Qué es la educación formal e informal?
Educación formal
Es aquella que se da en la escolarización desde la escuela primaria hasta la universidad, incluyendo también la formación profesional reglada. En la educación formal, el aprendizaje acontece en un contexto jerarquizado, organizado y estructurado; con objetivos explícitos y reglas concretas en cuanto a duración y recursos a emplear. Conduce a un reconocimiento oficial en forma de título, diploma o certificado.
Educación informal
Se desarrolla a través de la práctica y/o de la experimentación, facilitándose a través de la interacción, generalmente entre pares. Al ocurrir fuera de la educación formal, resulta difícil de medir. Suele surgir más habitualmente cuando la persona forma parte de una comunidad u organización. Es un proceso que tiene lugar a lo largo de toda la vida y en el que las personas aprenden (y también enseñan) a partir de sus experiencias cotidianas.
Aprendizaje informal puede ser cualquier actividad que implique la búsqueda de un conocimiento concreto o de una habilidad. Se produce fuera de los planes de estudio ofrecidos por las instituciones educativas.
Oportunidades para docentes y formadores en la educación informal online
A pesar de la distinción conceptual descrita, en la vida real las definiciones de educación formal e informal muestran límites mucho menos claros, entremezclándose. Ambas implican la construcción de nuevas redes neuronales en el cerebro, así como la adaptación a nuevas circunstancias. Ambas son situaciones de aprendizaje que se complementan y necesitan coexistir más que nunca en la época actual de cambios constantes.
Y es que el entorno profesional y tecnológico en la actualidad requiere de habilidades, conocimientos y destrezas que en ocasiones no se enseñan dentro de los itinerarios de la educación formal pero que son tremendamente valiosos para la nueva “economía de los talentos”.
Resulta entonces urgente detectar las necesidades de aprendizaje permanente en nuestro área de conocimiento, e impulsarlo en todos los niveles posibles.
Es una oportunidad para nosotros como formadores de aprovechar el momento actual de revolución tecnológica, los recursos virtuales y las plataformas a nuestro alcance para diseñar una formación continua o educación complementaria a la formal, no solamente actualizada, sino que responda en la práctica a los posibles cambios del mañana; buscar alumnos en los que estimular un aprendizaje permanente y la aplicación de sus conocimientos de forma innovadora.
Roles y herramientas en el nuevo aprendizaje informal online
Docentes y formadores virtuales
Para poder aprovechar el aprendizaje ubicuo, docentes y formadores hemos de centrarnos en una nueva didáctica adaptada al medio online y en la creatividad para elaborar diseños instruccionales que generen aprendizaje significativo.
El formador, docente o profesor online se convierte entonces en guía y facilitador: no se trata de colgar en la red algunas diapositivas, vídeos y enlaces web, sino de apoyar la educación tradicional a través de nuevos dispositivos, nuevos enfoques y nuevas metodologías de enseñanza. No se pretende reemplazar lo ya existente, sino aportar valor añadido.
El nuevo docente virtual debe ser profundo conocedor de su área del saber; dominar las tecnologías ( invertiendo tiempo y dinero en formarse) y además tener una habilidad clara y creatividad especial para generar estrategias de aprendizaje en un ambiente mediado por equipos tecnológicos.
Debemos tener claro que en este entorno online el alumno virtual es el centro y se debe ofrecer flexibilidad en cuanto al manejo de los tiempos y asistencia adecuada en los posibles problemas que el alumno pueda experimentar.
Alumnos dueños de su proceso de aprendizaje permanente
En el aprendizaje permanente, los alumnos deben ser conscientes de sus necesidades y expectativas, y contar con las oportunidades de aprender que podemos ofrecerles en todo momento, para construir su propio itinerario aprendizaje.
Para los alumnos virtuales, el nuevo aprendizaje informal tendrá las siguientes características:
- Interactividad::
Un aprendizaje que se realiza tanto de forma individual como colaborativa, pues el alumno puede contar con el acompañamiento y ayuda de profesores y compañeros mediante distintas herramientas facilitadas por la tecnología (foros, chats, viodeollamadas, etc.). - Variedad:
Si bien en los entornos tradicionales de enseñanza formal los materiales utilizados por el docente pueden ser más limitados, en el aprendizaje ubicuo se pueden emplear todo tipo de formatos y recursos digitales (fotografías, vídeos, audios, gamificación, etc) por lo que la variedad de elementos utilizados resulta altamente motivadora. - Continuidad:
En esta modalidad online, al carecer de las limitaciones del tiempo, el objetivo fundamental será preparar a los estudiantes para que utilicen de forma eficiente los recursos disponibles a la hora de buscar e interpretar información, y al mismo tiempo hacerlos autónomos para que puedan realizar este proceso de forma continua a lo largo de su vida, es decir, que nunca dejen de aprender.
En el informe “Sobreeducación, educación no formal y salarios” (Nieto y Ramos, 2010) se explica el desajuste educativo existente en la economía española:
España se caracteriza por tener una proporción de universitarios superior a la mayoría de países de la OCDE y un mercado laboral que no ha generado puestos de trabajo que requieran de tal nivel educativo. Sin embargo, lostrabajadores sobreeducados que han realizado actividades de educación no formal obtienen un mayor rendimiento salarial, lo que podría indicar que la educación no formal permite adquirir nuevas habilidades de los trabajadores que mejoran su capacitación para el puesto de trabajo que desempeñan […] Este hecho parece poner en evidencia que la educación formal y la no formal parecen complementarias
Tecnología práctica
En el aprendizaje permanente, las TICs deben ser herramientas pragmáticas, con un uso estructurado y cuyo objeto sea mejorar la experiencia del alumno y el resultado de su formación. El uso adecuado que haremos de la tecnología en este contexto cuenta los siguientes elementos:
- Propósito bien definido:
Las herramientas tecnológicas a utilizar tienen que tener un objetivo y una aplicación concreta. Introducir muchas por el mero hecho de introducirlas o no conocer a fondo sus funcionalidades y posibles desventajas, puede llevar a que los usuarios hagan un uso incorrecto de las mismas y/o a que se produzcan resultados no deseados. - Contribuye al desarrollo personal:
Debemos utilizar las herramientas tecnológicas a nuestro alcance también para potenciar la imaginación, creatividad y capacidad para innovar de nuestros alumnos.
- Carácter social:
No debemos olvidar el entorno social del alumno, fomentando el uso educativo de las redes sociales como potentes dinamizadores del aprendizaje. - Experimenta y evoluciona constantemente:
En esta modalidad online, tenemos la tecnología a nuestro favor para incorporar el “aprender haciendo” y permitir la experimentación, ofreciendo feedback al alumno tanto en sus éxitos como en eventuales equivocaciones para aprovechar el potencial de aprendizaje a través de los errores.
El modelo de aprendizaje continuo o ubicuo es una oportunidad de ofrecer servicios personalizados de formación virtual a un rango amplio de alumnos y con un alto grado de flexibilidad. Si bien requiere un cambio en las herramientas, la didáctica y las prácticas; el objetivo ambicioso será formar trabajadores por cuenta propia o ajena que sean expertos permanentemente adaptables