El storytelling es una de las herramientas para captación de la atención que mayor relevancia está tomando en los últimos años.
Puede ser utilizado como herramienta de marketing, en la promoción de tu marca personal o de tus servicios; también puedes usarlo al desarrollar los cursos online como hilo conductor de una idea
El storytelling consiste en plasmar ideas o valores de marca en una historia, de forma natural aunque no explícita; es una técnica que entronca por ejemplo con el modo en que se han transmitido tradicionalmente valores éticos de una a otra generación a través de mitos, cuentos y fábulas.
Las historias, que nos han de servir siempre para conectar con nuestro alumno ideal mediante los atributos emocionales del relato, pueden contarse a través de diversos soportes y desde diferentes puntos de vista: lo importante es que se trate de una experiencia que genere empatía y participación. Puedes utilizar diferentes géneros y tonos (emoción, intriga, humor, etc.), así como diferentes formatos para plasmar el guión del storytelling (vídeo, gráfica, app, etc.), incluso un formato 360º que incluya varios soportes.
Storytelling (narración) es el arte del uso del lenguaje, la comunicación, la emotividad, la vocalización, la psicología del movimiento (ademanes, gesticulación y expresión) y la construcción abstracta de elementos e imágenes de una historia en particular para un público específico.
(National Storytelling Association, 1997).
¿Qué papel de atracción juega la estructura en una historia?
La estructura de una historia es importante para atrapar la atención de la audiencia, en tres sentidos:
- El ritmo para resultar interesante debe ser fluído y no repetitivo, estructurándose para una comprensión adecuada en tres fases: planteamiento, nudo y desenlace
- El contenido para ser atractivo debe organizarse en torno a tres elementos básicos, ya que si alguno de ellos no queda claro, la historia resulta confusa: el contexto, las descripciones de los personajes y el diálogo entre ellos.
- El mensaje que transmita la historia debe cuidar el empleo adecuado de tres palabras núcleo: el nombre, el adjetivo y el verbo. El primero dejará claro cada concepto, el segundo resaltará las cualidades del mismo y el tercero incitará a la audiencia a la acción.
¿Qué es la regla del tres?
La regla del tres tuvo su descripción formal en 2001 a raíz de la investigación realizada por el antropólogo estadounidense Joseph Campbell sobre una gran cantidad de relatos épicos de todo el mundo. Campbell observó un patrón repetitivo en todas las historias o narraciones, que denominó monomito: un ciclo en tres etapas que cumpliría cada protagonista o personaje arquetípico, el héroe. Las conclusiones de dicha investigación fueron recopiladas y publicadas por el autor en el ensayo «El héroe de las mil caras», donde denominó las etapas de la historia: separación, iniciación y retorno, las cuales forman un ciclo al que llamó “Paradigma del ciclo heroico”.
La explicación que Campbell sugirió para este patrón es que las historias, de cualquier tipo, estarían enraizadas lo más profundo de la mente humana desde épocas remotas; como demuestra el hecho de que cualquiera que sea su cultura, toda persona posee la habilidad de contar una historia por medio de un planteamiento, una crisis y una solución, y cualquier persona que le escuche, a su vez, está capacitada para comprender una narración contada en estos términos. Por añadidura, la información transmitida de este modo es difícil de olvidar gracias a que una historia suele contarse teñida de emoción y a su vez estimula emociones en el oyente: es trágica o cómica, triste o alegre, lo cual conduce a grabar su huella en la memoria.
La regla del tres no es exclusiva del storytelling en marketing. También se aplica en otros contextos creativos (por ejemplo la estructuración narrativa y el éxito de trilogías en literatura o en el cine)
Ha llegado incluso a decirse que el número tres es mágico a la hora de convencer o llamar la atención, ya que psicológicamente nos encontraríamos inclinados a comprender mejor las estructuras cuyos elementos se encuentren agrupados de tres en tres.
Así pues, para facilitar su lectura e interés, nos hemos ocupado de exponer en secuencias tripartitas el resto de este artículo:
3 Razones para incluir el storytelling en tu estrategia:
- Simplifica:
Las historias permiten tanto contar como recordar de forma sencilla hechos y datos. Las personas encuentran así mayor facilidad para compartir el contenido de la información con su entorno. - Genera vínculos:
A través de las historias, conseguimos conectar con la audiencia y crear una conexión mayor cuanto mayor sea el recurso emocional, para conseguir que quienes las escuchan se identifiquen con ellas y con los valores que transmiten. Este vínculo será sin duda más duradero que el que resulte de la simple enumeración racional de datos y ventajas. - Genera credibilidad:
Las historias nos hacen resultar cercanos, por lo que producen confianza; siempre y cuando se trate de historias sinceras, propias y relevantes. Tus alumnos van a diferenciar claramente si tu interés por ellos y la pasión por lo que haces son auténticos.
3 Técnicas para articular un storytelling
- Contar el origen o la fuente
Cómo, cuando o dónde surgió la idea o el proyecto. Buscar paralelismos y metáforas para hacerla llamativa; por ejemplo con la mitología o la historia universal. - Contar el camino
Cómo hemos llegado hasta aquí, cómo se ha desarrollado la idea, los obstáculos encontrados: barreras, limitaciones, dificultades. El conflicto es un clásico de las historias que genera gran conexión con el público, quien suele admirar la perseverancia (siempre sin exagerar) - Contar las soluciones
Elaborar una historia sobre el beneficio práctico para el alumno, (por ejemplo describiendo de forma original cómo será su futuro usando las habilidades adquiridas en la formación), demostrando que conocemos sus intereses y preocupaciones y contribuiremos a mejorar su vida. Las personas empatizamos siempre mejor con una historia que habla de personas parecidas o con problemas similares a los nuestros.
3 claves para el éxito de un storytelling
- Esencia
Tus valores diferenciales, que ya has definido al crear tu marca personal, deben ser la referencia para que tus historias cuenten con esencia propia y distintiva. - Trama
En toda historia, por pequeña que sea, es conveniente que exista un problema o reto que el protagonista soluciona de forma efectiva después de unir los elementos de la estructura clásica: planteamiento, nudo y desenlace. - Sencillez y relevancia
Toda historia impactante tiene que ser comprensible, fácil de recordar y creíble. Evitar caer en tópicos de excepcionalidad: que una historia sea sencilla no quiere decir que sea banal. Lo mejor es que sea emotiva y sorprendente.
La potencia de una herramienta como el storytelling para innovar en formación radica en su versatilidad y la posibilidad de conectar con las emociones de los alumnos con el fin de cumplir el objetivo de ser mejor recordados.
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