Los alumnos deberían ser capaces, al terminar cualquier tipo de curso, de aplicar lo que han aprendido y generalizarlo en contextos nuevos; ya que esto es lo que hará verdaderamente relevante y útil dicha formación. Es lo que se denomina transferencia de aprendizaje
La transferencia de aprendizaje se refiere al grado en que una persona aplica el conocimiento y las habilidades previamente aprendidas a situaciones nuevas. Es el objetivo último de la educación formal, y también debiera serlo en las intervenciones de aprendizaje informales, como los cursos de formación online.
Sin embargo, la transferencia de aprendizaje no siempre es un proceso sencillo, y tampoco todos los tipos de transferencia son iguales. Cuando una nueva situación se asemeja a aquella en la que se aprendió la habilidad o el conocimiento, hablamos de transferencia cercana: por ejemplo cuando se trata de aprendizajes técnicos, aprender a reparar determinados componentes en un PC, será una habilidad transferible a casi cualquier ordenador. En la transferencia inmediata, la aplicación de aprendizaje previo es más fácil porque las situaciones son similares. El conocimiento propio de la transferencia inmediata suele ser repetitivo, como las tareas que reproducen un proceso o procedimiento.
El tipo de transferencia más difícil ocurre cuando la situación de aprendizaje y la nueva situación son diferentes. Esto se conoce como transferencia diferida, que puede involucrar la aplicación de principios, la implementación de estrategias y el uso del razonamiento para resolver problemas. Por ejemplo, después de que una persona asiste a un curso sobre resolución de conflictos, es posible que inmediatamente no disponga de la habilidad para manejar ciertas situaciones impredecibles, como el acoso en el puesto de trabajo. Por ello es importante en cada curso elegir situaciones de práctica variadas y proporcionar claves para generalizar los conocimientos.
Posibles obstáculos para la transferencia de aprendizaje
Cuando una persona intenta aplicar nuevos conocimientos y habilidades que ha aprendido en un curso, a su lugar de trabajo o a la vida cotidiana; puede encontrar barreras que se han generado antes, durante y después de la intervención de aprendizaje. Como profesores online o tutores de elearning, tomar conciencia de estas barreras puede ayudarnos a entender cómo diseñar experiencias de aprendizaje exitosas y superar los obstáculos. Algunas barreras concretas para la transferencia de aprendizaje en cada uno de estos marcos temporales suelen ser:
Al comienzo del curso
- Falta de motivación
Puede ocurrir que un alumno, trabajador en una empresa que se ve obligado a cumplir ciertos cursos de reciclaje o mejora, o incluso un estudiante de secundaria que debe profundizar a través de e-learning en ciertos temas tratados en el aula, no se sientan motivados por ellos; cuando una persona no tiene interés en el contenido o siente que es una pérdida de tiempo, naturalmente puede tener problemas para aprender. Esta es la razón por la que la empatía con los alumnos es un principio clave a la hora de diseñar y promocionar los cursos en la formación online, ya que las características de quienes lleguen a acceder a ellos pueden ser muy diferentes. A través de la empatía, podemos encontrar la respuesta a la pregunta que muchas personas se hacen al plantear matricularse en un curso online: «¿Es adecuado, útil o necesario para mí?» Desarrollar esa respuesta de forma que involucre a los alumnos en los contenidos del curso, es una de las claves para motivarles.
- Falta de autoconfianza
Los alumnos matriculados e incluso las personas que se plantean formalizar o no la matrícula, pueden tener dudas sobre su capacidad para aprender una nueva habilidad o abordar nuevas áreas de conocimiento. Las creencias previas relativas a una pobre autoeficacia o algunas emociones negativas y generadoras de ansiedad, son contraproducentes para el aprendizaje. Por ello, conseguir que los alumnos se perciban cómodos con el nivel y las habilidades previas requeridas para desenvolverse en el curso, es otra de las claves para conseguir que se matriculen, avancen y transfieran significativamente los aprendizajes.
Durante el aprendizaje
- La falta de conocimiento previo
Directamente relacionado con el punto anterior, y aunque esto pueda ser algo demasiado obvio, sucede: hay que recordar que la falta de conocimiento o habilidades básicas llegan a hacer que para algunos alumnos sea difícil comprender, retener y aplicar nueva información. Esto sucede porque nuestro cerebro organiza la memoria y los aprendizajes mediante redes neuronales conectadas entre sí; y si no existe una red de conocimientos previos para conectar nuevos, la experiencia de aprendizaje no tendrá muchos puntos de referencia y por tanto puede resultar ardua para el alumno, llevándole más tiempo del inicialmente previsto. Por ello es importante ser cuidadosos con la forma de indicar los requisitos previos necesarios en cada curso, así como aportar a los alumnos diversos recursos para consulta y soporte.
- Imposibilidad o dificultad para las prácticas
El aprendizaje significativo implica recordar repetidamente información en múltiples sesiones durante y después de una experiencia de aprendizaje. La investigación sobre adquisición de habilidades (Ackerman, Ericcson) indica que los aprendices avanzan hacia el conocimiento experto a través de las etapas de a) adquisición de conocimientos, b) procedimentalización de las habilidades y c) aplicación automatizada. También se han realizado varias investigaciones sobre el papel que cumple la práctica deliberada en la adquisición de la experiencia, descubriendo que el desarrollo de la habilidad y la pericia en cualquier materia están muy relacionados con la cantidad de tiempo que se dedica a la práctica deliberada y la eficacia con que ésta se realiza. Cuanto más se practica, más competente se hace uno, independientemente del talento y capacidad iniciales Así pues, la estrategia de la práctica deliberada y repetitiva es un factor clave para la retención y la transferencia.
Un contexto de aprendizaje que ofrezca oportunidades adecuadas y constantes para la práctica, como por ejemplo juegos de rol y simulaciones, facilitará que los alumnos desarrollen la capacidad de aplicar principios y estrategias para resolver problemas de distintos tipos en la aplicación de sus aprendizajes.
- Interferencia negativa en la transferencia
Ocurre cuando la experiencia previa interfiere con el aprendizaje de algo nuevo. Por ejemplo, cuando una persona ha estado praticando inglés como segunda lengua recientemente, este conocimiento puede interferir con el aprendizaje de un tercer idioma, como por ejemplo el francés. La superación de la interferencia requiere estrategias metacognitivas y , de nuevo, práctica suficiente.
Después de finalizar el curso
- Falta de diseño para la transferencia
La ineficacia en el diseño de experiencias de aprendizaje que se integren situaciones de la vida real o laboral a la que van dirigidos los cursos, es una barrera importante para la transferencia. Corremos el riesgo de que los alumnos, una vez finalizada la formación, se pregunten ¿Y ahora, qué? El aprendizaje significativo, para su transferencia a situaciones reales, requiere además de un diseño adecuado, algún período de apoyo, de seguimiento sistemático por parte del formador o tutor; puede ser en forma de observación y retroalimentación, andamiaje y soporte de rendimiento, por nombrar algunas opciones.
- Falta de oportunidad de practicar la transferencia.
Similar a las posibles dificultades para la práctica deliberada durante una experiencia de aprendizaje, es preciso tener en cuenta que con el paso del tiempo incluso las personas más talentosas pierden sus avances si no practican, en comparación con otras personas que quizás dispongan de menos talento. Además, la calidad de la práctica es muy importante, no solo la cantidad de la misma. Sin oportunidades para practicar el conocimiento y las habilidades en nuevos entornos, un alumno no tendrá forma de modificar su esquema existente (estructuras teóricas establecidas previamente, apoyadas en redes neuronales información). No solo es importante la práctica después de finalizado el curso, sino que en este caso debe ocurrir en situaciones no repetitivas e impredecibles para que los aprendizajes se puedan generalizar.
Pautas para aumentar en los cursos las posibilidades de transferencia de aprendizaje
Cuando estamos a punto de entrar en el quirófano o el piloto nos indica que se está preparando para despegar el avión en el que viajamos, lo cierto es que confiamos absolutamente en que el cirujano o el piloto habrán recibido una formación que sean capaces transferir con eficacia al mundo real. Con la misma pasión, debemos tratar de garantizar que la formación que diseñamos y desarrollamos sea transferible al lugar de trabajo o a situaciones auténticas de la vida de nuestros alumnos.
Según los investigadores educativos, una persona debe participar activamente lo suficiente en una experiencia de aprendizaje para corregir, modificar y perfeccionar sus esquemas de conocimiento existentes antes del curso, con el fin de promover la transferencia de aprendizaje. Precisamente de algunas investigaciones en este sentido proceden las estrategias que se enuncian a continuación, para alcanzar este objetivo:
Proporcionar oportunidades para la reflexión y la autoexplicación
Las estrategias de reflexión alientan a las personas a ampliar lo que están aprendiendo e identificar dónde tienen deficiencias para corregirlas. Son estrategias metacognitivas que consiguen que las personas sean conscientes de sus propios pensamientos y reacciones mientras aprenden.
Los investigadores que utilizaron este enfoque en el entrenamiento simulado de la aviación para enseñar los principios de seguridad, obtuvieron las tasas de transferencia más elevadas mediante la autoexplicación (Molesworth et al.)
Para implementar este enfoque, debemos impulsar a los alumnos a estudiar de manera que puedan controlar su comprensión del contenido. Por ejemplo, se pueden proponer tareas de decisión que los participantes deban razonar, o usar un cuestionario de reflexión.
Varíar las modalidades de presentación de contenidos
Agregar narración de voz a simulaciones complejas, en lugar de utilizar explicaciones textuales, puede mejorar la transferencia de aprendizaje. De acuerdo con la teoría del aprendizaje multimedia , equilibrar la presentación del material a través de los canales visuales y verbales evita que los recursos cognitivos del alumno se sobrecarguen.
En un estudio realizado por Mayrath et al., los participantes debían atender a una compleja simulación de entrenamiento de red informática. La modalidad del tutorial (texto, narración o narración más texto) fue variando entre los temas, tras lo cual se midió la transferencia de aprendizaje en una prueba de de actividad cronometrada. Los participantes que recibieron el tutorial de solo voz resolvieron mejor la tarea de transferencia en comparación con los estudiantes que recibieron el tutorial de texto. Sin embargo, es preciso tener en cuenta que la narración solamente fue más efectiva cuando se explicaba una simulación animada y compleja. En otros contextos, el texto con narración puede ser también efectivo.
Por otro lado, lo cierto es que muchos estudios demuestran que el aprendizaje se mejora con imágenes explicativas, ya que éstas pueden disminuir la carga cognitiva y mejorar la retención y la transferencia. En un estudio realizado con estudiantes de secundaria como participantes, Schwamborn et al. demostraron que quienes asistieron a un curso de eLearning que incluía imágenes visuales lograron mayor retención e indicadores de transferencia de aprendizaje, además de percibir el contenido como menos difícil, que aquellos cuyo curso no incluía imágenes.
Las imágenes relevantes mejoran el aprendizaje para todos los grupos de edad. Por ello es importante ofrecer oportunidades a los alumnos para que analicen las imágenes y demuestren que han integrado la información visual con la narración o el texto. A menudo, es útil para la transferencia de aprendizaje diseñar como parte de los contenidos de un curso online, instrucciones explícitas para el análisis y evaluación de determinadas imágenes o gráficos.
Distribuir las prácticas de forma aleatoria
Un patrón típico de diseño instruccional suele ser presentar el material de prácticas secuenciado en bloques separados (práctica del tema 1, práctica del tema 2, práctica del tema 3, etc.) Sin embargo, la investigación muestra que secuenciar las tareas de práctica de forma aleatoria puede aumentar la retención y la transferencia después del entrenamiento. Aunque la secuenciación ordenada por temas consecutivos mejora el rendimiento durante el entrenamiento, usar una práctica mixta es mucho más efectivo cuando se trata de una transferencia posterior al trabajo y la vida real.
Así, un estudio de Helsdingen et al. examinó el pensamiento crítico y las habilidades de juicio predictivo sobre ejercicios basados en escenarios. Los investigadores encontraron que aumentar la interferencia entre las tareas de entrenamiento mediante el uso de secuencias aleatorias era una forma de proporcionar exposición a muchos tipos diferentes de problemas. Lo más probable es que esto proporcione una simulación más realista de los tipos de pensamiento crítico y los juicios rápidos que se requieren para trabajos en los que la toma de decisión es fundamental, como emergencias, controladores y gerentes, por ejemplo.
Utilizar el apoyo social como soporte post-formación favorece la transferencia de aprendizaje
Según una encuesta de profesionales de aprendizaje y desarrollo (Saks y Belcourt, 2006), solo el 34% de los participantes aplican en su lugar de trabajo lo que aprendieron en la formación un año después de recibida ésta.
Sin embargo, muchas investigaciones respaldan el hecho de que la transferencia de aprendizaje mejora cuando los alumnos reciben después de la formación el tipo de apoyo adecuado.
En particular, el apoyo de los compañeros es una dimensión importante del aspecto social de la formación, que no debemos olvidar por mucho que en nuestro caso se desarrolle en el entorno online. Puede ser incluso más importante que el apoyo del tutor para promover la transferencia de aprendizaje. Algunas actividades para promover el apoyo mutuo entre los alumnos pueden ser:
- Permitir, al finalizar, que los alumnos expresen su opinión sobre la utilidad que para ellos ha tenido el curso y las expectativas de aplicar los conocimientos adquiridos, alentándoles a proporcionar y compartir información e incluso un posible itinerario sobre cómo van a llevar a cabo dicha aplicación
- Crear grupos o foros de discusión donde durante un tiempo posterior a la finalización del curso, los alumnos puedan compartir recursos e ideas propias sobre los conocimientos y habilidades recién aprendidas
- Promover eventos posteriores a la formación donde los alumnos puedan compartir entre ellos experiencias de aplicación de lo aprendido en el curso
- Sugerir a los alumnos, como parte de los recursos entregados en la formación, comunidades donde encontrar prácticas de referencia relativas a los contenidos del curso