El aprendizaje online, o e-learning, siempre será ineficaz si no está diseñado de cara a alcanzar objetivos claros de rendimiento. Sin tener claro y hacer explícito lo que los alumnos deberían saber hacer al terminar el curso, se convierte en un desafío crear cursos efectivos.
Muchos cursos de elearning están diseñados claramente para compartir información, sin embargo, adquirir información no es lo mismo que entenderla ni tampoco quiere decir que el alumno haya comprendido su propósito.
En algunos casos no tan basados en habilidades prácticas sino principalmente en conocimientos teóricos, establecer objetivos de rendimiento puede no ser necesario (por ejemplo en un curso relacionado con la historia del arte arte o la cultura clásica) aunque sí conveniente, puesto que lo deseable es que el conocimiento también sea comprendido por el alumno y almacenado en su memoria a largo plazo. Pero, hay muchos cursos online basados en que el alumno aprenda a hacer algo: en ellos será imprescindible que midamos el rendimiento en el aprendizaje de las tareas que comprenden la habilidad o habilidades finales y en esos casos tenemos que cambiar la forma en que el alumno piensa y actúa en lugar de solo pedirle que regurgite las teorías o los hechos.
Imagina un curso online de Prevención de Riesgos Laborales, uno de cuyos módulos trata sobre la actuación en caso de incendio. Todos los trabajadores completan el curso, se considera que han aprendido qué hacer en caso de incendio para preservar su seguridad, la de sus compañeros y proceder a la evacuación de las instalaciones de la empresa. Imagina ahora que de verdad se produce un incendio en la empresa. Todos los trabajadores hacen lo que en la información del curso les dijeron que debían hacer y se dirigen hacia la salida. Sin embargo, la salida es una puerta corredera equipada con célula fotoeléctrica que se cierra al fallar la instalación eléctrica.
Dado que el entrenamiento online de estos trabajadores no les proporcionó información sobre cómo abrir una puerta corredera una vez que se bloquea la célula fotoeléctrica, no les queda otra opción que quedarse sentados esperando que alguien venga y les rescate. En este caso, queda patente que nadie sabe realmente qué hacer para afrontar ciertos riesgos laborales cuando se les presenta un desafío que no formaba parte concreta del entrenamiento recibido. No han adquirido habilidades, solo información específica.
Este caso, un poco extremo, es un ejemplo de la diferencia que existe entre pasar un curso de seguridad del sitio (información) y realmente saber qué hacer en caso de una emergencia (comprensión).
El ejemplo anterior es típico de muchos cursos de e-learning. Están diseñados para compartir información, pero generalmente no van más allá. Sin embargo, el simple intercambio de información no es adecuado para los cursos donde el resultado del aprendizaje debe ser que el alumno tome medidas o complete tareas. En esos casos, el curso de e-learning ha de diseñarse para ir más allá de los hechos y avanzar hacia la creación de nuevos niveles de comprensión.
¿Cómo diseñar cursos que favorezcan la comprensión?
Cuando enseñas a otros, seguramente no quieras hacerlo solo con el fin de que conozcan información. Te gustaría que tras seguir el curso que les ofreces, fuesen capaces de aplicar la información en contextos reales para tomar decisiones adecuadas.
El reto al diseñar cursos de elearning es saber cómo crear un entorno en el que el alumno pueda procesar la información y colocarla en el contexto apropiado y, a través de ella, demostrar mayores niveles de comprensión. A continuación exploramos algunas ideas fundamentales sobre el diseño del curso enfocado a la comprensión.
Establecer objetivos claros de aprendizaje
Para que el curso de e-learning favorezca el éxito de los alumnos, debe establecer objetivos de aprendizaje claros y específicos. Esto parece obvio, sin embargo, la realidad es que ese no es siempre el caso.
Por ello, tienes la oportunidad muy beneficiosa de realizar un benchmarking sobre el segmento de formación en el que te mueves, y verificar cómo puedes mejorar tu diseño en este sentido; ya que, sin objetivos claros que redunden en un beneficio práctico para el alumno, éste no se involucrará a fondo con la formación.
Desarrollar experiencias de aprendizaje que evidencien la comprensión
Una vez que estableces los objetivos de aprendizaje, debes determinar cómo sabrán los alumnos que se han cumplido.
Esto va más allá de simplemente crear test o preguntas de opción múltiple. Lo que realmente necesitan los alumnos para disparar su comprensión es verse en situaciones en las que demuestren no solo cómo hacer algo, sino por qué y cómo cambian sus decisiones ante diferentes alternativas.
Ello ayudará a los alumnos a ver que no solo obtienen la información que también podrían proporcionarles en otros lugares; sino que les impulsas a utilizar situaciones reales de manera apropiada para tomar decisiones basadas en su desempeño.
Fomentar la capacidad de los alumnos para reflexionar sobre lo aprendido
Al reflexionar sobre la información, el alumno se coloca en una posición activa para tomar hechos abstractos y desconectados y ubicarlos en un contexto apropiado, relacionándolos significativamente entre sí. Para construir la reflexión como parte del proceso de aprendizaje podemos:
- Hacer preguntas que enganchen a los alumnos porque constituyan un reto a resolver en un contexto que sea importante para ellos.
- Facilitar que los alumnos revisen y comenten estudios de caso reales, comparando sus conclusiones con las de expertos y/o con las del propio formador.
- Crear un diario de aprendizaje que obligue a los alumnos a pensar críticamente sobre la información del curso y escribir sus pensamientos. Esto les ayuda a personalizar su enfoque sobre la información y la convierte en algo más que un montón de ideas abstractas.
- Construir ambientes o escenarios interactivos donde los alumnos puedan modificar variables para ver la causa y efecto de sus decisiones, obteniendo feedback en cada caso. Un ejemplo pueden ser gráficos o modelos visuales 3D interactivos donde el alumno pueda jugar con opciones «qué pasaría si».
3 respuestas
Hola, excelente artículo,
Yo estoy estructurando un curso online.
Llevo como 1 mes apuntando, reescribiendo ideas, que sean cada vez más sencillas y prácticas para aplicar en el curso. Gracias por tu información, tomaré en cuenta muchas cosas que has comentando 😉
Un abrazo,
Flor Peña
Gracias a ti por el interés, Flor
Y si hay algo sobre lo que quieres aprender o te gustaría que tratásemos, no dudes en sugerírlo, lo tomaremos en cuenta 🙂
¡Un saludo!
Ana