En el capítulo de hoy hablamos sobre porqué el vídeo se ha convertido en la solución más apreciada por los usuarios de Internet.
Y esto viene vinculado trás el podcast número 17 sobre Marketplaces para vender cursos digitales donde hablábamos de varias plataformas, en concreto Udemy y Tutellus que nos permiten integrar nuestros contenidos de vídeo dentro de sus plataformas y venderlos al gran público que visita ambos lugares.
Ventajas de crear contenidos formativos en vídeo
- La información es más sencilla de asimilar debido a que las imágenes y el audio que componen el vídeo son elementos cotidianos a los que estamos acostumbrados diariamente.
- Es un formato muy estandarizado y que se puede consumir en muchos lugares, como un ordenador, una tablet, un móvil y hasta una televisión. Además de convertirse en una formación flexible ya que se puede consumir un vídeo en cualquier lugar y momento.
- Los alumnos son mucho más receptivos y suelen estar más motivados cuando tienen la posibilidad de aprender más cómodamente con contenidos de vídeo.
- Estos reciben muchos estímulos en poco tiempo al poderse condensar mucha información en elementos audiovisuales.
- Es perfectamente compatible con otros recursos educativos como audios, infografías, tablas o esquemas que complementan adicionalmente la formación online.
- El ritmo de aprendizaje lo establece el alumno porque permite hacer pausas, regresar a un determinado momento y continuar a la velocidad que es capaz de asimilar de cada personas.
Y no solamente tiene la virtud de ser cómodo y atrayente para un alumno, que nos paga por recibir formación online, también sirve para atraer darnos a conocer y facilitar ventas.
Creando contenido para convencer a potenciales alumnos
Desde el capítulo seis del podcast, venimos hablando de la importancia de crear contenido en Internet para darnos a conocer al resto y el vídeo es otro recurso más para hacerlo.
Ya conocéis que existen varias plataformas online donde existe mucho tráfico consumiendo este tipo de contenido, como es el caso de Youtube. El segundo lugar con más visitas del mundo.
Pero tenemos algunas más que nos pueden servir para nuestro propósito como es el caso de Vímeo. Es una excelente plataforma muy útil, no sólo para darse a conocer, sino para almacenar nuestros vídeos e incrustarlos en nuestro sitio web para que únicamente sean visibles desde allí y que nadie pueda aprovecharse de nuestro contenido tan fácilmente. Tiene un coste mensual reducido y es una solución muy extendida entre muchos formadores online en la actualidad.
Os adelantamos que tenemos anotado preparar un podcast donde hablemos de las diferentes plataformas de vídeo y cómo podemos sacarles algún partido o rendimiento económico a cada una de ellas.
El vídeo bajo demanda (streaming)
Es un magnífico formato para realizar charlas, seminarios online, conferencias o cualquier clase de consultoría a nuestros alumnos.
Disponemos de muchas plataformas para organizar un evento formativo puntual o recurrente en tiempo directo, pero planteándolo desde de un punto de vista de captación y de creación de contenidos, no dejéis de lado a las redes sociales como Periscope, Facebook, Instagram o inclusive Youtube que cuentan con los medios necesarios para poder transmitir en directo a través de nuestro ordenador o smartphone lo que queramos contarle al público.
Imaginar que queréis dar a conocer un nuevo curso que váis a lanzar o inclusive responder dudas frecuentes de vuestros alumnos para que otros usuarios de esas redes os conozcan a vosotros y vuestras capacidades profesionales. Es una idea muy práctica para aportarnos visibilidad en un formato novedoso como es el streaming en medios sociales.
Cómo plantear un curso en formato de video formación
Vamos a intentar hoy dar algunas pautas iniciales sobre cómo definir una estrategia para aprovechar este formato y crear los contenidos de un curso online que tengáis en mente en estos momentos. Cada punto que veremos podría ser ampliado hasta hacer un podcast entero dedicado y, tal vez, así lo hagamos más adelante.
Enfoque global
Antes hemos comentado que complementar la vídeo formación con otros formatos es muy importante. Pensar que siempre hay información que hay que ofrecer para que el alumno lo pueda posteriormente revisar de una manera rápida sin tener que llegar a cierto minuto del vídeo que grabamos para un capítulo concreto.
Un esquema o una lista de conceptos pueden mencionarse en un vídeo pero será siempre mejor que se pueda disponer en un formato de imagen o PDF, por ejemplo.
Así que antes de comenzar con nada, en el momento de los preparativos, tendremos que extraer las partes que entregaremos al alumno en otros formatos que no sean de vídeo.
De esta manera, ahora ya nos podemos centrar en las cualidades que tendrá está producción audiovisual.
Pensando en el alumno
Tenemos que tener claro cuál es nuestro alumno prototipo y como crear un vínculo entre nosotros y él/ella, por lo que será vital buscar una entonación acorde a su perfil para que se sienta cómodo durante todo el curso.
Está claro que el tono ceremonioso, protocolario y distante no facilita la tarea, pero el ser demasiado “guay” y no mantener las formas pueden perjudicarnos.
La fórmula de unificar respeto y cordialidad nos va ayudar mucho a la hora de dirigirnos a nuestros alumnos.
Estructuración del contenido
Pensar que no nos podemos poner a crear un vídeo si no sabemos cómo organizar toda la información que tenemos preparada.
- Lo primero es elaborar un esquema para desarrollar un guión en el que se basará toda la vídeo formación que impartamos.
- Fraccionar y dosificar la información sería un segundo paso porque es mucho más fácil para nuestro alumno comprender lo que le enseñamos si se lo entregamos en pequeñas porciones y evitamos los vídeos de larga duración. Daros cuenta de algo muy importante; no conocemos a ciencia cierta cuánto es el tiempo que le va a dedicar a sus estudios diariamente, por lo que vídeos de 10 a 30 minutos se hacen mucho más cómodos para ayudar a que no se les haga cuesta arriba.
Dando forma al vídeo
Tenemos varias maneras que, inclusive, se pueden ir intercalando durante todo el curso online.
- Una de ellas es la de ponernos delante de la cámara y, apoyándonos en una pizarra y realizar una presentación del asunto que tratamos.
- Podríamos pensar en capturar nuestra pantalla de ordenador y enseñar diapositivas u otros recursos digitales mientras que narramos el temario apoyados en cada punto de la presentación.
- Crear un híbrido de lo anterior y mostrar partes realizadas de ambas maneras. Conseguiremos cierto dinamismo y el factor visual de vernos, a parte de oirnos, favorecerá el vínculo profesor-alumno tan importante que debemos de crear.
Las herramientas
Cámara de vídeo
Está claro que si necesitamos capturar imágenes fuera de nuestro ordenador, será imprescindible disponer de una cámara de vídeo. Esto es todo un mundo ya que hay que coordinar la iluminación para que el resultado sea aceptable. Procurar siempre grabar, al menos, en “Full HD” para aseguraros un mínimo de calidad.
Si incorporamos nuestra cara en una esquina del vídeo, como hacen algunos Youtubers, una webcam podría llegar a resolvernos el problema, pero siempre tener en cuenta que la luz sea suficiente.
Micrófono
Es imprescindible grabar nuestra voz, independientemente si utilizamos o no una cámara de vídeo. Por lo que un micrófono que nos permita con nitidez registrar nuestras palabras, conectado al ordenador, podría servirnos. Aquí, al igual que en las cámaras de vídeo, hay un mundo de gamas y calidades. Aunque también os recomendamos no hacer grandes inversiones si estáis empezando a crear vuestros propios cursos online.
Aplicaciones de grabación
Nuevamente, un universo particular donde encontrar cientos de soluciones. Algunas son online, otras que se instalan en el ordenador. Grandes conocidas son las soluciones de Camtasia para Windows y ScreenFlow entre los usuarios de Apple. Alternativamente, hay soluciones gratuitas como Loom o CamStudio.
El equipo informático e Internet
Suena obvio, pero la velocidad de la conexión o el rendimiento de nuestro ordenador puede complicarnos la situación. Además considerar que renderizar un vídeo, que es cuando se genera el fichero que obtenemos al final, consume bastantes recursos de nuestro ordenador. Además, un vídeo en “Full HD” de varios minutos puede ocupar varios cientos de megas y si nuestra conexión no es muy rápida, tal vez ni consigamos subirlo a su destino.
Y con esto acabamos por hoy. ¿Os gustaría que habláramos más extendidamente de algún punto mencionado?
Estáis invitados a dejar vuestras opiniones, casos personales, dudas e invitaciones a un café 😉