En este capítulo, Héctor, cuenta algunas buenas prácticas para estar motivados en nuestro día a día. Y es que, El elemento energizador más básico en nosotros, sin duda, es la motivación. La gasolina que mueve nuestro motor día a día y que nunca debe de quedarse en la reserva. Con ella haces pequeños los problemas y grandes las ilusiones.
En el capítulo número 3 del podcast ya hablamos sobre el miedo al fracaso y cómo combatirlo con optimismo y positividad. En este programa os escenifica algunos ejemplos y técnicas para resolverlos. Son casos que le han pasado a él y a muchas personas de todas partes.
Luchar ante un “no” definitivo
El día a día se presupone con muchísimos altibajos. Tal vez una mañana en la que os encontréis a tope de energía os llegue un email avisando que no aceptan vuestro presupuesto o que os cancelado vuestra charla formativa. Habéis perdido una oportunidad y no cabe duda que es un fastidio. Ahora se empezará a ver penalizada vuestra motivación y no debéis de permitirlo en ningún caso.
Obviamente con la meta que teníamos poco se puede hacer ya. Si hemos recibido “un no” como respuesta, está claro que no podemos hacer cambiar las cosas siempre. Aunque hay aspectos que podemos mejorar.
Lo primero sería no enfadarnos con la persona que nos ha dado la negativa. Debemos de empatizar con ella y contestarle explicando nuestro motivos por los que pensamos que se ha perdido una buena oportunidad para colaborar y que deseáis que pronto podáis hacerlo.
Esto debería de ser así, en primer lugar porque el ejercicio de empatizar mitigará la frustración que tengamos ya que nos pondrá en la situación de la otra persona. Y al vernos en su lugar, tal vez, comprendamos los motivos que tomaron la decisión. Una manera de ver la situación desde una perspectiva ajena a nosotros relativizará las cosas y nos aportará una sensación de tranquilidad en un momento de disgusto. Lo segundo que deberíamos pensar es que no podemos cerrar puertas para un futuro por el hecho de no conseguirlo y que, tal vez, en un futuro consigamos realizar finalmente esa colaboración profesional.
La empatía es una herramienta con muchos beneficios:
- Ser objetivos y justos.
- Convertirnos en personas respetables y respetuosas.
- Consolida las relaciones profesionales para que perduren.
- Ante el resto nos hace ver más constructivos.
Un problema se cierne encima de nuestras cabezas
Y es que a veces los pensamientos negativos parecen perseguirnos. En situaciones, no acabamos de resolver un problema que se nos presenta. Además, por si fuera poco, nos encontramos en una situación en la que tenemos mucho trabajo por hacer y el tiempo corre pero no avanzamos con lo nuevo, sino que buscamos reparar el inconveniente porque es importante y urgente. Según vayan pasando los minutos nos empezamos a agobiar y a tener una visión poco positiva de la situación. Está claro que nuestras previsiones para ese día no se están cumpliendo y no llegaremos a tiempo con lo que teníamos pensado. En este momento es cuando debes de frenar tu sensación negativa como sea, porque no te ayudará a solucionar problemas ni a avanzar con el resto pendiente.
¿Y como se hace esto?
Primero es centrar todas nuestras energías en zanjar la batalla imprevista. Porque no podemos pensar en avanzar si antes no hemos resuelto lo anterior. Con los nervios de la situación seguro que nos olvidamos de analizar las causas y plantear una solución eficiente.
Cuando Héctor habla de eficiente se refiere a que sea efectiva y que se realice en el menor tiempo posible.
- Buscar perspectiva externa. Tal como si el caso lo hubiera planteado otra persona y no fuera un problema vuestro.
- Determinar las causas y procurar aportar ideas para resolver la situación. Considerar que el tiempo se ha detenido y que no hay nada más en el mundo qué hacer en ese momento. Obviamente, no es cierto y que hay mucho por hacer después de resolverlo pero reducirá el estrés de pensar que vuestra energía anímica solamente estará dedicada a una única tarea que no consume el tiempo extra que no tenemos. Es un pequeño engaño a nuestra mente para descargarnos de negatividad.
- Si no conseguís resolverlo en el momento y estáis forzados a tener que posponerlo, no hagáis un mundo de ello. Simplemente, considerar que ya falta menos para solucionarlo y que no es un centro universal que os va a limitar indefinidamente. Todo a llega a su tiempo.
- Mientras tanto, en ese “impasse” procurar ir avanzando todo lo que podáis con el resto de tareas. “Obligaros”, a centraros insistentemente en lo que ahora estáis realizando. Desbloqueará vuestra mente, mientras que se mantiene a un lado ese inconveniente a medias de resolver.
- Cuando ya tengáis la solución para el problema, celebrarlo y alegraros porque vosotros lo habéis hecho posible. Daros un respiro y dedicaros unas buenas palabras recordando que vosotros como profesionales habéis sido capaces de resolverlo y que os ha hecho reforzaros para la siguiente vez cuando las tinieblas vuelvan a irrumpir en vuestras cabezas.
Vosotros sois la persona con la que más a gusto debéis de estar porque estaréis junto a vosotros mismos durante toda vuestra vida y debéis auto animaros más que nadie.
Superando los focos de estrés
En el capítulo número 2 del podcast comentamos que el teléfono es un elemento disruptivo que debemos de controlar y puede servir de causa por la que estresarnos si recibimos constantes llamadas durante nuestras horas de trabajo. Descubrir si podéis canalizar la comunicación con vuestros clientes y proponerles alternativas como el correo electrónico o los tickets de soporte. Es decir, buscar formas de evitar bloqueos en nuestro flujo de trabajo, nos ayudará a minimizar focos de estrés que nos agobien durante el día a día.
Visión de futuro a largo plazo
Otra situación muy frecuente es la de entrar en una espiral destructiva viendo solo los acontecimientos que suceden a nuestro alrededor sin mirar hacia adelante en el tiempo. Imaginaros que lleváis algunos días o, inclusive, semanas dedicando mucho tiempo en vuestro proyecto pero no veis el momento de llegar al final. Parece que cada día hay nuevas cosas que no se habían contemplado al comienzo. La sensación de cansancio acumulado no ayuda a generar motivación y energía. De nuevo, los pensamientos negativos aparecen y cuestionan el futuro inmediato. Y meramente es inmediato porque nadie sabemos lo que viviremos en años. Pensar en vuestra edad, lo que habéis vivido hasta el momento y la cantidad de años que tenéis por delante. Viéndolo en perspectiva y analizando por todo lo que habéis pasado, ¿No creéis que esto es un mero bache temporal en el camino? ¿No pensáis que un día llegará el momento de lograr la meta?
Y es que debemos de ampliar nuestra visión a corto plazo hacia una a medio plazo en donde nuestra meta es alcanzada y allí estáis vosotros viéndolo en primera persona y disfrutando del momento. Además, os fortalecerá pensar porque vuestro proyecto os hacía ilusión cuando comenzó todo. Seguro que os aportará energía una vez más.
Resumen y propuestas
Todos estos casos son meros ejemplos que nos suceden y nos sucederán con el paso del tiempo. Por lo que debemos de empezar a utilizar métodos y herramientas para que nuestra motivación no se agote y tengamos suficiente energía para conseguir las metas realistas que nos propongamos.
Recordar que Ana es licenciada en psicólogía y puede ayudaros a controlar esas sensaciones negativas que os rondan por la cabeza. Si tenéis cualquier duda sobre vuestro caso particular, proponer vuestra pregunta en los comentarios para ayudaros y si reunimos las suficientes, podríamos hacer otro capítulo con vuestros inconvenientes en vuestro día a día.
Y con esto acabamos por hoy. ¿Os gustaría que habláramos más extendidamente de algún punto mencionado?
Estáis invitados a dejar vuestras opiniones, casos personales, dudas e invitaciones a un café 😉
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